Han pasado ya unas semanas desde que a mediados de diciembre Dan Reynolds, vocalista de Imagine Dragons, anunciara la retirada temporal de la banda de los escenarios.
¿El motivo? Reconectar con la vida personal, tal y como declaraba en una entrevista para CNN: «Estamos intentando tener más tiempo para reconectar con nuestras familias y amigos. Tenemos ganas de redescubrir lo que significa ser padre, hermano o hijo».
Unas semanas antes era Nicki Minaj la que, por los mismos motivos, anunciaba en su cuenta de twitter la retirada de la música, pero es que Rihanna, a pesar de llevar años centrada también en el negocio de los cosméticos y la moda, también anunciaba, vía Instagram, un descanso para centrarse en su vida personal.
Idealizamos la vida de los artistas al ver la fama, el triunfo y el reconocimiento, pero suele pasarnos desapercibido el precio a pagar. Las agotadoras giras mundiales en las que no ver a familiares y amigos en meses son un sacrificio difícil de gestionar, sumándole la presión de toda gente que depende de ello y del negocio que genera, puede llevar a muchos artistas a caer en una depresión, como sucedió con el malogrado Avicii.
Como fans, echaremos mucho de menos tener nuevo material musical suyo en los próximos años, pero si esto sirve para que encuentren un equilibrio vital y volver (cruzamos los dedos por ello) con energías renovadas en un futuro próximo, bienvenido sea.
¡Os estaremos esperando!