El móvil nos absorbe y mucho… hasta el punto de no saber donde dejamos las cosas.
Esto le pasó a un papá que mientras paseaba con su pequeño iba distraído con el móvil y pensó que había perdido a su bebé. En realidad el buen hombre llevaba a la criatura en una mochila de porteo, el carrito vacío y su una de sus manos ocupada con el móvil.
Cuando miró el carro y vio que el pequeño no estaba comenzó a buscarlo desesperadamente sin caer en la cuenta de que lo llevaba colgado en el pecho.