En 2019 la start-up europea Space Cargo Unlimited envió a la Estación Espacial Internacional un lote de doce botellas y más de 200 tallos de cepas que han estado madurando un año como parte de un proyecto para investigar sobre el futuro de la agricultura. Ahora una de esas botellas sale a subasta por un millón de dólares.
El Instituto de Ciencias de la Viña y el Vino y la Universidad de Burdeos han demostrado que su calidad no había variado y que continuaba siendo “un gran vino” tras su estancia en el espacio.