El DNI es algo con lo que convivimos desde que nacemos, pero hay muchas curiosidades que aún no sabemos y nosotros os las vamos a contar.
El DNI se compone por un número y una letra, esta letra no está elegida al azar ni de forma aleatoria, todo tiene un motivo. Hay letras que no se usan en ningún DNI y estas son la ‘I’ y la ‘O’ para no confudirlas con el 1 o con el 0, tampoco se usa la Ñ solo está en nuestro alfabeto y la ‘U’ se descartó para dejar 23 letras del abecedario y así tener un número primo, vital para poder asignar estas letras.
Para saber qué letra te pertenece, se divide tu número entre 23, que son las letras que quedaban «disponibles». Al ser un número primo, esa división te da un resto. A cada resto se le asocia una letra. Al 0 le corresponde una «T», al 1 una R», al 2 una «W», al 3 una «A», al 4 una «G», al 5 una «M,» al 6 una «Y», al 7 una «F», al 8 una «P», al 9 una «D», al 10 una «X», al 11 una «B», al 12 una «N», al 13 una «J», al 14 una «Z», al 15 una «S», al 16 una «Q», al 17 una «V», al 18 una «H», al 19 una «L», al 20 una «C», al 21 una «K» y al 22, una «E».
Y también rompemos un mito; los números que acompañan a nuestro número no indican el número de personas que se llaman como nosotros si no que son números de la expedición de tu DNI.