El emoji del pulgar hacia arriba puede ser muchas cosas: like, vale, okay… Pero también puede significar la firma de un contrato, o eso es lo que establece un juez de Canadá.
El dueño de una empresa agrícola en Canadá ha sido condenado a pagar 82.000 dólares canadienses (unos 56.200 euros) al propietario de la compañía South West Terminal, por incumplimiento de contrato.
Al parecer, en noviembre de 2021, estos dos hombres hablaron por teléfono para una transacción de copra y venta de lino. Tras la llamada el dueño de la empresa agrícola mandó el contrato vía WhatsApp contrato junto al texto: «Por favor, confirme el contrato de lino». El comprador contestó con un emoji del pulgar hacia arriba, dando el trato por cerrado, pero el lino nunca llegó.
Por ello decidió llevar el asunto a los tribunales que finalmente le han dado la razón, porque además aseguraba que no era la primera vez que firmaba un contrato de esta forma.
Finalmente, sin llegar a juicio, el pasado mes de junio el Tribunal de King’s Bench publicó la resolución del caso, en la que el juez Timothy Keene dio la razón a Mickleborough.
El magistrado adjuntó la descripción que hace Dictionary.com del icono del pulgar hacia arriba: «Se utiliza para expresar asentimiento, aprobación o ánimo en las comunicaciones digitales».