Se trata de un estudio un tanto peculiar con una celda de una comisaría de policía en el interior de su salón.
El estudio está ubicado en lo que antes era una estación de policía en Dudley, Reino Unido, que ha salido al mercado con un precio de alquiler de 750 libras al mes (alrededor de unos 900 euros). Lo más llamativo de este inmueble, renovado en modernos apartamentos tras el cierre de la estación en 2017, es la conservación de una celda original dentro de la vivienda.
El estudio, equipado con un baño, un área combinada de sala y dormitorio, y un sistema de intercomunicación para una entrada segura, cuenta con una celda que ha sido descrita por los agentes inmobiliarios de Taylors como una «oportunidad fantástica y poco común».