Un reciente estudio de investigadores de la Universidad Stanford describe el impacto de las preferencias cronobiológicas en la salud mental y concluye que lo más recomendable es acostarse antes de la una de la madrugada, ya que las personas que concilian el sueño demasiado tarde tienen más problemas y trastornos mentales que aquellas que se van a dormir más temprano.
Los resultados demuestran de manera muy clara que para un envejecimiento saludable hay que acostarse antes de la una de la noche, al margen de las preferencias cronobiológicas. Según el estudio, las personas con hábitos fijos de sueño no padecían tantos problemas de salud mental. Sin embargo, cuando los vespertinos y madrugadores cambiaban sus hábitos de sueño y debían acostarse más tarde, los científicos notaban después tasas más altas de trastornos mentales, incluso de depresión y ansiedad.
Los trasnochadores que durante la investigación no tuvieron que cambiar sus hábitos, fueron diagnosticados con trastornos de salud mental más a menudo (entre el 20 y 40 % mostraron una mayor propensión) que otros participantes.
Este estudio destaca además que los trasnochadores se sienten mejor si tienen una vida sin horarios fijos.