Un estudio científico revela cuál es el impacto de las luces navideñas en la población

El mes de diciembre es sinónimo de Navidad, decoraciones navideñas y luces, muchas luces de navidad. Estas luces, más allá de su función decorativa, suelen generar un impacto emocional que conecta con las personas provocando emociones positivas.

La experiencia sensorial que puede provocar la luz tiene un componente casi místico. Este fenómeno, conocido como sinestesia, hace que una sensación en un sentido se conecte con otra en un sentido diferente. En el caso del alumbrado navideño, las luces consiguen despertar sensaciones de nostalgia, alegría y celebraciones pasadas.

Estudios científicos han demostrado que la luz, en sus diferentes formas, es capaz de activar áreas del cerebro relacionadas con las emociones positivas. Esto explica por qué el encendido de luces navideñas es percibido como un momento mágico para muchas personas.

Hay que tener en cuenta que todo en su justa medida, hay que moderar la intensidad y la duración para reducir su impacto ambiental.