Según indica ‘Medline Plus’, mientras la vida se vuelve más ajetreada, es mucho más fácil pasar más tiempo sin dormir, algo que va en contravía del descanso necesario que el cuerpo pide para reponer energías. Se menciona, además, que la mayoría de los adultos necesitan de siete a ocho horas de sueño por noche para una buena salud y funcionamiento mental.
Dormir por menos de seis horas puede ser malo para el rendimiento laboral, al punto que este estado se le puede comparar con estar bajo los efectos de bebidas alcohólicas, de acuerdo a un estudio hecho por la Universidad de Pensilvania y la Universidad Estatal de Washington.
En el informe, aseguran que la falta de sueño reduce la capacidad de concentración, es perjudicial para la memoria y dificulta la toma de decisiones, aumentando el riesgo de cometer errores mientras se trabaja.
También mencionan que, entre los efectos más comunes, se destacan la fatiga, la somnolencia u una capacidad de reacción más limitada ante situaciones inesperadas. Así mismo, quienes duermen poco tienden a mayor impulsividad, lo que puede desencadenar en conflictos en el entorno laboral.