Desde hace 2 años cada 20 de diciembre se celebra el Día Internacional de la camisa arrugada.
Planchar es una de las tareas más tediosas… y hoy podemos permitirnos el lujo de no utilizar la plancha y salir de casa con la camisa sin planchar. Este día no nació para reivindicar el no planchar por pereza si no es una reclamación para proteger el medio ambiente. Y es que planchar supone un gran gasto de energía, por lo que perjudica al planeta.
La plancha es uno de los electrodoméstico que más electricidad consume. Y esto se traduce no solo en un mayor gasto en luz (lo cual, dadas las circunstancias, no es poco aliciente), sino también en una huella mayor en el medio ambiente.
Las planchas tienen un impacto directo en la huella de carbono, con una potencia estimada entre 1.000 y 3.000 vatios. Es mucho mayor que la potencia de, por ejemplo, una nevera, que es de unos 300 vatios.
La arruga es bella y también en la ropa.