Llega la navidad y con ella una cita convertida ya en tradición para muchos, la comida o cena de Navidad de la empresa.
Cada vez se celebran antes el mes de noviembre desbanca al de diciembre a la hora de acoger las tradicionales comidas y cenas de empresa, que no está mal para que no se te acumulen eventos y oye si alguien tiene que coger vacaciones pues que no pille en estas fechas.
Hay diferentes estudios que concluyen que hay que tener cuidado en estos eventos porque a veces se nos va de las manos y aunque estemos fuera de la oficina no deja de ser un ámbito laboral.
Destacar también que la asistencia a una cena o comida de empresa es voluntaria y si coincide con horario laboral, el jefe puede exigir que el trabajador haga su jornada laboral habitual, aunque no vaya al evento.
Los expertos recomiendan no comer en exceso para no tener dramas con indigestiones, beber lo justo para que no se nos vaya la fiesta de las manos y evitar momentos de tierra trágame. Esto ocurre porque, como explican los expertos, el alcohol desactiva la señal de alarma de nuestro cerebro y no nos avisa de que estamos cometiendo un error. Y pensar en las consecuencias del día después. Si son entre semana al día siguiente hay que ir al trabajo y rendir y por supuesto si la has liado un poquito ver la cara de todos tus compañeros y jefes.