La serotonina es la encargada de brindarnos la felicidad, la que nos ayuda a controlar las emociones y genera en nosotros sensaciones plenas y auténticas.
A pesar de que creamos que sea un mito, comer jamón nos hace mucho más felices.
El jamón supone un placer universal y ya no solo pueden decirlo los amantes del mismo, sino que es una cuestión de sus componentes y beneficios en la salud de las personas.
Cuando comemos jamón, estamos reduciendo nuestra ansiedad y, sin saberlo, estamos implementando nuestra felicidad. Esto es gracias a sus altos niveles de aminoácidos como el triptófano, disponible para nuestro metabolismo.
El cuerpo utiliza el triptófano para ayudar a producir la serotonina: cuando disfrutamos de un jamón de calidad, estamos siendo un poco más felices, pero también, sumergiendo a nuestro cuerpo a un estado de bienestar y relajación.