Dormir puede parecer algo fácil pero no es así. La ciencia del sueño trae unos tips que, aunque parecen simples, podrían transformar la forma en que te despiertas cada mañana.
Los expertos sugieren que para lograr un descanso óptimo, lo ideal es tener dos cojines: uno para la cabeza y otro que va variando de posición según cómo te guste dormir.
Para los que duermen boca arriba, la clave está en la alineación. Colocar un cojín debajo de las rodillas puede ayudar a mantener la columna vertebral en una posición neutral, reduciendo así la tensión en la espalda baja.
Los que prefieren dormir de lado también pueden tener una distribución estratégica de cojines. En esta postura, se recomienda usar un cojín entre las piernas, que debe ser sujetado en forma de pinza.
Dormir boca abajo no es lo más recomendado, pero si eres uno de los que no puede dormir de otra forma apunta estas recomendaciones. Colocar un cojín bajo el vientre puede ayudar a reducir la tensión en la espalda. Así, aunque no sea lo ideal, al menos mitigarás algunos de los efectos negativos de esta posición.
Aunque parece que se trata solo de sumar un cojín más a tu cama, la realidad es que esta pequeña acción puede ser un gran paso para mejorar la calidad de tu sueño.