Hacerse con el lugar más privilegiado de la playa ha excedido unos límites que han obligado a regular esta práctica en algunas localidades españolas. No es la primera vez que se aplican estas medidas para evitar la reserva de espacios en playas.
La primera playa que impuso multas por esta práctica fue la de Torrox en Málaga y lo hizo en 2014 y las multas van desde los 300 euros hasta los 3000 como es el caso de Cullera, donde si reservas sitio te pueden poner una multa de 3000 euros.
En Marbella también multan por esta práctica, pero tienen una nueva multa. La localidad malagueña trabaja en una nueva ordenanza para sancionar la “evacuación fisiológica” en la playa y en el mar, que será castigada con 750 euros.