Un pueblo en medio de las montañas de California, sin gente y con acceso complicado, esto es lo que ha adquirido un americano, su propio pueblo fantasma.
Un antiguo pueblo minero abandonado por sus habitantes, falta de agua corriente y de acceso tan difícil que la conexión a Internet es casi inexistente. Todo comenzó como una aventura de un par de semanas y va camino de 6 meses viviendo en todo un pueblo fantasma. Su valor 1,4 millones de dólares, toda una inversión que podrá convertirse en un complejo turístico. Eso sí, no sabemos cuando terminará el proyecto.