En 1985, y ante la grave situación de hambruna y enfermedades que asolaban África, artistas de la talla de Michael Jackson o Stevie Wonder, unieron fuerzas para sacar adelante un proyecto solidario: USA for Africa. De ahí salieron un himno solidario para la historia (We Are The World: tema que contó con la colaboración de más de 40 cantantes) y un concierto memorable para demostrar que, cuando el mundo quiere, se une para luchar contra determinadas causas, sin tener en cuenta distancias, razas o ideologías.
35 años después, es inevitable comparar la acción de Lady Gaga con lo anterior. Mientras que el temido coronavirus avanzaba implacable sin tener en cuenta fronteras ni circunstancias, ella, en permanente contacto con Global Citizen y con determinados responsables del máximo organismo mundial en cuestión sanitaria, iba construyendo, pieza a pieza, el proyecto de One World, Together at Home. El paso definitivo era contar con artistas que quisieran ser partícipes de dicha acción, algo que, según la propia Gaga, no fue una tarea difícil:
«Todos aceptaron enseguida, y comprendieron el mensaje que había que transmitir: todos juntos, sí, pero desde nuestras casas. Es nuestra particular carta de amor al mundo…»
Y, así, Lady Gaga consiguió comprometer a un centenar de artistas de distintas generaciones y estilos musicales: de Elton John a J Balvin, de Rolling Stones a Billie Eilish... ¡Impresionante! Entre todos, el pasado sábado, consiguieron recaudar 118 millones de euros en beneficio de la OMS, en más de 8 horas de espectáculo. El festival en cuestión, estuvo dividido en dos partes: la previa (con la parte más personal de cada uno de los artistas) y el concierto puramente dicho. Resultado: ¡triunfo absoluto! Youtube estima que, en tan solo 24 horas, One World, Together at Home obtuvo más de 20 millones de visualizaciones.
Fue la propia Lady Gaga quien se encargó de abrir el concierto con la reinterpretación de Smile, un clásico de Nat King Cole, que guarda un mensaje de superación y optisimo increíble: «sonríe aunque te duela el corazón, sonríe aunque se esté rompiendo…»
Uno de los momentos más emocionantes de la noche lo protagonizó ella: Taylor Swift. Quitándose de manera definitiva esa coraza y esa imagen de mujer fría que sus haters se empeñan en resaltar, la de Shake It Off, quiso interpretar Soon You’ll Get Better, con un órdago de esperanza para el mundo. Tiene especial importancia, ya que dicho tema está dedicado a su madre, enferma de cáncer. ¡Precioso!
Los «señoritos» también hicieron acto de presencia e interpretaron, a su manera, What A Wonderful World de Louis Armstrong. Él al piano, ella como voz principal, y con su química radiante presente en todo momento. ¡Fue brutal!
El dueto de lujo de la noche (uno de ellos, al menos) fue el protagonizado por Sam Smith y John Legend. Cada uno en su casa, obviamente, pero compenetrados a la perfección para afrontar el reto de cantar Stand By Me de Ben E. King. En el apartado de dúos, también destacaron Billie Eilish y Finneas, y no lo hicieron nada mal…
En resumen, podemos decir que nuestra generación vivió el sábado un día histórico: el día en que todos los artistas dejaron a un lado sus egos, sus rencillas, sus competiciones personales… para unirse a favor de causa. Ocho horas de sentimientos a flor de piel, emociones y muchísima solidaridad. ¡Saldremos de esta!
Puedes ver el concierto entero aquí: